En la última década, cada vez han venido más personas a Svalbard motivadas por la belleza del lugar, pero también por el reto que supone sobrevivir como comunidad y como individuo en un lugar tan único. El acceso a los productos frescos siempre ha sido una dificultad para los habitantes del lugar. Mientras que el auge del turismo ha supuesto un aumento de los suministros en el continente por vía aérea, los barcos transportan una gran cantidad de provisiones. El viaje en barco puede llevar una semana y dificulta el transporte de muchos productos.
En 2015, el chef ecológico Benjamin Vidmar encontró la forma de abordar este problema al poner en marcha Polar Permaculture. Junto con Hege Giske, producen hortalizas frescas y nutritivas, microverduras y germinados para los habitantes de Longyearbyen con un sistema circular sostenible que se basa en el reciclaje de residuos biológicos y orgánicos.
Hege nos lleva al invernadero especializado pensado para el trabajo. Si tenemos en cuenta los 110 días de oscuridad al año, las verduras necesitan mantenerse en el interior bajo lámparas especiales, a una temperatura y unos niveles de humedad constantes, y regarse a diario.
«NUESTRO OBJETIVO ES OFRECER A LOS CIUDADANOS DE SVALBARD ALIMENTOS FRESCOS EN LUGAR DE TRAER DE TODO AQUÍ EN AVIÓN O EN BARCO».
No obstante, en verano las plantas pueden aprovechar 4 meses de luz durante el día y la noche, pero las temperaturas siguen siendo muy bajas y por eso necesitan mantenerse bajo control para el cultivo de verduras y germinados.
A lo largo del año, Ben y Hege también ofrecen clases de cocina y visitas turísticas con sus ingredientes cultivados en la nieve.
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